14 de septiembre de 2009

FONDO MONETARIO INTERNACIONAL

Logo del FMI.
La cooperación con el FMI y sus recomendaciones de política económica son un factor decisivo en la concesión de ayuda.
Origen y misión

El Fondo Monetario Internacional (FMI) fue creado junto al Banco Mundial en julio de 1944 en la Conferencia de Bretton Woods y comenzó a operar el 1 de marzo de 1947.

Con sede en Washington, su meta inicial era establecer un orden cambiario internacional luego de la II Guerra Mundial.

El FMI está dedicado a establecer y garantizar relaciones monetarias ordenadas entre sus 183 miembros. Debe prestar asistencia en caso de desequilibrios en la balanza de pagos y pretende fomentar la creación de sistemas cambiarios estables y la cooperación de sus socios en esta materia.

Cada país miembro suscribe capital al FMI, las llamadas cuotas, que representan la principal fuente de financiamiento del organismo. Con el aumento de cuotas del 45% en enero de 1999, dichos recursos representaban a julio de 2000 unos US$ 283.000 millones.

La cuota de un país miembro debe reflejar su situación económica en relación con la de los demás socios y determina por lo tanto su relación financiera e institucional con el FMI, cómo el número de votos en la toma de decisiones y el acceso a financiamiento.

Asistencia técnica y financiera

Edificio del FMI en Washington.
El FMI cuenta con 2.700 funcionarios procedentes de 123 países
Con un personal de unos 2.700 funcionarios procedentes de 123 países, en la práctica el FMI cumple tareas de supervisión, asistencia financiera y técnica.

Tanto la política económica aplicada, como la posible ayuda que otorgue, persiguen la meta de facilitar el crecimiento del comercio internacional y evitar desequilibrios financieros. La asistencia técnica se refiere a crear la base que permite un sistema financiero y monetario sólido, y abarca:

  • políticas fiscales y monetarias;
  • fomento de instituciones;
  • legislación económica y financiera.

En años recientes creció el énfasis y el reclamo por fomentar los criterios de buen gobierno, crecimiento y desarrollo sostenido, reducción de la pobreza y fortalecimiento institucional.

Aunque estos aspectos no integran su agenda de trabajo, el FMI los considera como variables en los campos de su actividad principal, como política macroeconómica, aspectos monetarios y fiscales, y la deuda externa.

La asistencia financiera se distingue por la causa de su necesidad:

  • financiar un déficit en balanza de pagos de carácter temporal o cíclico;
  • respaldo de programas a mediano plazo;
  • financiamientos compensatorios por desequilibrios en exportaciones y/o exportaciones;
  • asistencia en caso de pérdida de confianza de los mercados;
  • evitar la propagación de una crisis.

Las condiciones

Las políticas financieras del FMI están sujetas a que los países con necesidad de ayuda hayan "hecho esfuerzos razonables por superar sus dificultades de balanza de pagos". La cooperación con el FMI y sus recomendaciones de política económica es un factor decisivo en la concesión de ayuda.

El compromiso de las autoridades nacionales respecto de medidas como reforma institucional, estabilidad macroeconómica y compromiso a una economía abierta, son considerados por el FMI como elementos clave para la implementación fructífera de la asistencia técnica que ofrece.

Innovaciones

Entre las iniciativas más recientes figura la "Iniciativa para los países pobres muy endeudados" (PPME).

Adoptada en 1996, "provee asistencia extraordinaria a los países habilitados para reducir la carga de la deuda externa a niveles viables, capacitándolos para servir sus obligaciones externas sin necesidad de acudir a otras medidas de alivio de la deuda ni comprometer su crecimiento económico".

Asimismo, se contemplan ayudas de emergencia mediante préstamos para enfrentar problemas económicos derivados de catástrofes naturales. En 1995, la asistencia de emergencia fue ampliada para países en situación de posguerra.

Arquitectura del sistema financiero internacional

Las crisis financieras ocurridas a partir de la segunda mitad de la década pasada pusieron de manifiesto los puntos débiles del sistema financiero internacional.

Estas debilidades reflejan a su vez las exigencias de equilibrio monetario ante el fenómeno de la globalización, que en primer lugar es llevada adelante por los flujos de capital.

Se trata de fomentar la estabilidad de la arquitectura financiera internacional mediante una mayor transparencia de la información económica y códigos de buenas prácticas, abarcando todos sus aspectos:

  • instituciones;
  • mercados;
  • las acciones de gobiernos, empresas y personas en el sistema financiero.

Asimismo, en 1999 se creó una línea de crédito contingente (LCC), un servicio financiero que el FMI otorga por anticipado para contribuir a evitar una crisis.

Críticas y necesidad de reforma

Manifestación contra el FMI en Washington en abril de 2000.
Las críticas van desde su eliminación, hasta su adaptación a los tiempos que corren
El FMI está en la mira de la crítica de quienes consideran que la imposición del modelo económico vigente perjudica el desarrollo y aumenta la pobreza.

Condicionar la asistencia financiera a la implementación de programas económicos de corte liberal, sería una exigencia injusta para países en vías de desarrollo.

Los críticos de estas medidas (apertura externa, privatización y flexibilización de los mercados, resumidos popularmente en el término neoliberalismo) señalan que ninguna de las actuales potencias del mundo -que a su vez cuentan con el mayor peso en el FMI- tuvo que pasar por programas comparables en sus respectivos procesos de desarrollo.

Las exigencias de reforma del Fondo van desde su eliminación, hasta su adaptación a los tiempos que corren, donde el flujo de capitales ya no depende de lo que determinen las agencias multilaterales.

En la medida de lo posible, deberían concentrarse en asumir un papel mucho más pasivo y limitarse a la llamada arquitectura financiera internacional, incidiendo menos en la política interna de los países.

El futuro

Horst Köhler.
La designación de Köhler alimenta la esperanza de el FMI gane en transparencia
Muchos economistas y políticos de trayectoria han puesto en duda la razón de ser de una institución creada a mediados del siglo pasado y concebida para un mundo en guerra fría y con otra calidad de flujos financieros.

Del lado de los manifestantes que desde la cumbre de la Organización Mundial del Comercio en Seattle son acompañantes fijos en las asambleas de este tipo de instituciones, el FMI debe cambiar de actitud y dejar de prescribir políticas económicas e imponer condiciones para realidades que poco tienen que ver con las cómodas oficinas de Washington donde fueron diseñadas.

Con la designación del alemán Horst Köhler como su director gerente, algunos observadores albergan la esperanza de que el FMI gane en transparencia. La tradición del diálogo de consenso alemán que contribuyó al éxito de la llamada economía social de mercado, sirve de antecedente histórico.

Tanto las determinantes de la estabilidad financiera internacional como los elementos para lograr un desarrollo sostenible, han demostrado ser mucho más escurridizos y difíciles de definir de lo que muchos habían pensado.

La realidad oscila entre lo que dice la teoría económica y las reacciones frecuentemente irracionales de los mercados, así como de intereses políticos y particulares que pueden subvertir la mejor de las intenciones.

Al menos, el discurso oficial de las agencias multilaterales ha cambiado y ganado en modestia en los últimos años. Muchos creen ver en esto también los indicios de un cambio de actitud. Éste deberá medirse con los resultados: estabilidad financiera, crecimiento y desarrollo económico y eliminación de la pobreza.

© BBC
BBC World Service
Bush House, Strand, London WC2B 4PH, UK.

6 de septiembre de 2009

COMERICIO EXTERIOR


Comercio
  • ¿Que es?
  • ¿Por qué debería importarme?
  • ¿Qué está haciendo la comunidad internacional al respecto?
  • ¿Qué puedo hacer yo?

Intercambio de una cosa por otra; la actividad consistente en la compra y venta de bienes y productos.

El comercio permite que la gente compre bienes y servicios que no se producen en sus propios países. Además, el dinero procedente de las exportaciones les permite determinar cuánto pueden gastar en las impotaciones y cuánto pueden pedir prestado al extranjero.El comercio puede estimular el desarrollo y el crecimiento económico de un país, ayuda a crear nuevos puestos de trabajo, eleva el nivel de vida y le da a la gente la oportunidad de hacerse cargo de su vida.

Todo el mundo – tanto los países industrializados como los países en desarrollo –puede beneficiarse cuando el comercio internacional está libre de barreras, es decir; aranceles, cuotas y subsiodios del gobierno.

  • Como consumidor: Puedes elegir entre productos más variados, de mejor fabricación y más baratos
  • Como productor: Puedes vender tus productos en más mercados

El comercio internacional puede ser un medio mucho más eficaz de reducir la pobreza que la asistencia directa porque a través del comercio un país puede llegar a ser autosuficiente, en lugar de depender de la asistencia externa. Sin embargo, existen muchas desigualdades dentro del sistema actual de comercio internacional que afectan en forma negativa a los países pobres.

El comercio internacional se regula de acuerdo con reglas que crearon los gobiernos del mundo a lo largo de los años. En general, los países pobres no tienen acceso a los mercados de los países industrializados debido a las barreras arancelarias y los subsidios agrícolas. Las barreras arancelarias dificultan que los países pobres vendan sus productos al exterior y les impiden mejorar sus condiciones de vida.

Aunque el comercio libre beneficia a todos, algunos gobiernos tratan de proteger sus productos y mercados contra la entrada de productos extranjeros mediante la entrega de subsidios a los productores locales o la fijación de aranceles y cuotas. Esta práctica se conoce como proteccionismo.

Cuando los productores reciben dinero adicional (subsidios) de su gobierno, pueden darse el lujo de vender sus productos a un precio mucho más bajo del valor real del mercado. Esto es un gran problema en la agricultura.


¿Por qué debería importarme?

Los gobiernos imponen aranceles y cuotas a las importaciones de productos extranjeros con el fin de que dichos productos resulten más caros para el consumidor interno, y para alentarlo a comprar productos fabricados en el país que siguen siendo más baratos, aunque en realidad a veces resulta más caro fabricarlo en el país que en el extranjero.

Puesto que las economías de los países pobres no están bien desarrolladas o diversificadas, a menudo fabrican sólo un puñado de productos que se pueden vender al exterior a un precio competitivo. A estos países les resulta difícil encontrar formas de desarrollar y mejorar la vida de sus ciudadanos debido a las barreras comerciales que limitan o prohíben dónde o cuándo pueden vender sus productos al exterior.


¿Qué está haciendo la comunidad internacional al respecto?

Las consecuencias de las desigualdades en el comercio son el centro de la crítica sobre la globalización. Muchas organizaciones internacionales, desde el Banco Mundial hasta las organizaciones no gubernamentales (ONG), procuran cambiar el sistema de comercio mundial para que sea más justo y equitativo para todos los países, incluyendo los más pobres.

Pero para que todos los países puedan cosechar los frutos de la globalización, la comunidad internacional debe continuar trabajando para reducir las distorsiones en el comercio internacional (eliminar los subsidios agricolas y las barreras comerciales) que favorecen a los países desarrollados y crear un sistema más equitativo.


¿Qué puedo hacer yo?

  • Entérate sobre los debates y las cuestiones candentes del comercio internacional.
  • Averigua qué políticas defiende tu país y de qué clase de acuerdos forma parte.
  • Averigua con qué países comercia tu país y por qué.
  • Escribe a los representantes de tu gobierno si piensas que tu país debe cambiar sus políticas.